Con el conversatorio “Alternativas de acción e investigación frente al consumo de bazuco”, se dio inició a la implementación de un novedoso proyecto que busca ofrecer una alternativa de rehabilitación para los drogodependientes. La iniciativa se enmarca en una estrategia interinstitucional de atención integral en salud, apoyo psicosocial, seguridad alimentaria, grupos de autoayuda y otras acciones de inclusión social.
El conversatorio contó con la participación de Guillermo Alfonso Jaramillo, Secretario Distrital de Salud, el Director del Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (CEACSC), Rubén Darío Ramírez Arbeláez, la Secretaria Distrital de Integración Social, Teresa Muñoz Lopera, el Director del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez, IDIPRON, José Miguel Sánchez y expertos de la Sociedad Civil.
En el espacio se discutió la experiencia de consumidores de bazuco que a través de la autoadministración de Cannabis han encontrado alternativas de rehabilitación. A la vez, el conversatorio busca promover una investigación científica sobre los posibles usos terapéuticos de la cannabis en dependientes de sustancias psicoactivas.
El Director del CEASC afirmó: “la iniciativa del Distrito tiene un componente psicológico, psiquiátrico, social y un proceso afectivo, fundamentado en la metodología de autocambio guiado. Es un proceso motivacional breve para que los consumidores de bazuco hagan un cambio en el consumo, significa que cada uno de ellos de manera voluntaria hace ese cambio, no significa que el Distrito vaya a suministrar alguna droga sustitutiva.”
Además el funcionario manifestó que la marihuana no es una sustancia sustituta del bazuco, pero si hay una tendencia que sugiere que la cannabis ayuda a reducir la ansiedad y la irritabilidad asociada al consumo y la abstinencia del bazuco.
En el conversatorio se determinó además que las acciones previstas en el proyecto con habitantes de calle consumidores de bazuco buscan estimular la autoexploración sobre patrones de consumo, la motivación al cambio, el desarrollo de hábitos saludables (higiene personal, alimentación, buen dormir, ejercicio físico), hasta lograr la reducción paulatina del consumo nocivo de sustancias y el fortalecimiento de las redes de soporte socio-afectivo.
Teresa Muñoz, Secretaría Distrital de integración Social, añadió: “Vamos a cambiar el concepto de que el habitante de la calle es un desechable, que solo debe ser encerrado, aislado; en este gobierno se reconoce al ciudadano y se atiende, el cómo piensa, cómo vive, cómo gusta”.
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