Fue radicado ante la Cámara de Representantes un proyecto de ley para flexibilizar la ley del descanso escolar para que los niños y jóvenes puedan asistir esos días al colegio a disfrutar de actividades lúdicas e incluso a reforzar asignaturas.

La propuesta del representante Efraín Torres, se basa en que la semana de receso no resulta eficaz para todas las familias porque en muchas oportunidades esta no coincide con las vacaciones de los padres, y los 10 millones de estudiantes de colegios públicos y privados quedan en casa, solos y aburridos.

El proyecto de ley establece la adición de un parágrafo al artículo 115 de la Ley 115 de 1994, estableciendo que a los estudiantes de educación preescolar, básica y media se les impartirán actividades complementarias en los cinco días de receso estudiantil, previa autorización del padre de familia.

Eso indica que el responsable del estudiante podrá autorizar si su hijo toma la semana de receso o puede enviarlo al colegio durante este tiempo para que practique algún deporte, haga alguna actividad lúdica o recupere materias.

Origen de la medida

En 2007, el entonces presidente Álvaro Uribe, firmó de manera sorpresiva la norma que buscaba «contribuir a mejorar el aprendizaje, la organización de los periodos bimestrales de evaluación. De igual forma, la recreación familiar y el uso del tiempo libre entre los escolares».

Al respecto se pronunció Carlos Ballesteros, presidente de la Asociación Colombiana de Padres de Familia, y aseguró que “hay que reformar este famoso decreto, que fue un adefesio desde la administración del señor Uribe. Ahora los mismos uribistas están proponiendo reformar el decreto.

Tanto Fecode como el Ministerio de Educación han anunciado que se deben realizar modificaciones a la llamada semana de receso escolar, pues nunca se cumplieron los objetivos de pertinencia por los que fueron creados.

Los beneficiados

Muchos sectores del país afirman que la medida del receso escolar no tiene ningún carácter educativo y que solo persigue fines económicos, como activar el turismo en un periodo de tiempo de bajo movimiento.

Al respecto, la Asociación Colombiana de Agencias de Viaje y Turismo, confirmó que la ocupación hotelera creció en 55 por ciento en los años que lleva de aplicación la decisión. El contraste es para los padres de familia que no pueden viajar; ellos lamentan que en la semana de receso no puedan acompañar a sus hijos y sí genera una complicación por no saber qué hacer con ellos.