Debido a la celebración de la Semana Santa, el Alcalde de Ciudad Bolívar, Juan Carlos Amaya Pico, activó el plan de contingencia en la localidad ante la masiva afluencia de público que se espera durante la Semana Mayor.

En este sentido, dispuso un Puesto de Mando Unificado (PMU) que se instalarán en el barrio Potosí, sitio emblemático de Ciudad Bolívar donde cerca de 50 mil personas visitan anualmente el “Palo del Ahorcado”, tercer sitio de Bogotá con la peregrinación más multitudinaria.

El burgomaestre sostuvo que la Defensa Civil, la Cruz Roja, el Cuerpo Oficial de Bomberos, la Policía Metropolitana, el FOPAE, y las Secretarías de Gobierno, Salud y de Movilidad, harán presencia en la zona.

Historia del “Palo del ahorcado”

La primera versión acerca de la leyenda se ubica en la década de los treinta del siglo XX y refiere al asentamiento del señor Pablo Mayorga y su familia en la parte más alta de la montaña. Luego Pablo se enamoró de Ernestina y su esposa se fue de la casa con sus hijos.

Al Ernestina llegar a vivir a la misma casa que habitaba Pablo con su anterior esposa, los amigos dejaron de visitarlos por temor a que la infidelidad fuera contagiosa.

Tiempo después Pablo fue encontrado muerto con marcas sobre su piel, hecho que los habitantes atribuyen al Diablo, por desobedecer a la iglesia católica y vivir con Ernestina en amancebamiento sin acatar los reglamentos religiosos.

Mucho tiempo anduvo Ernestina en pena hasta que un día amaneció colgada del palo de la antigüedad, dejando a sus cinco hijos solos.

En entrevistas realizadas, los habitantes afirman que cuando empezó el asentamiento en el barrio, el árbol ya recibía el nombre del ahorcado, es decir, desde antes de la urbanización hacia los años ochenta del siglo XX ya era conocida la leyenda de este enigmático árbol.

Otros autores describen que el origen de su leyenda se debe a que un hombre desesperado por problemas económicos y decepciones amorosas decide terminar con su vida colgándose de una de las ramas del árbol.

Aunque los únicos días que se permite la entrada masiva a este territorio privado son en el mes de agosto para elevar cometas y los viernes santos para la culminación de la tradicional peregrinación y la instalación de una cruz de cinco metros de altura a 15 metros del árbol, lo verdaderamente cierto es que lo único que se ve ahorcado “son los restos de cometas enredadas entre las ramas del frondoso vegetal. Las historias son solo mitos.